6 de noviembre de 2010
Galgos en otoño
Yo no sé si son cinco, quinientos o cincuenta mil los galgos que mueren es España de forma dramática.
Yo no sé si son mil trescientos, diez, uno o ninguno los galgueros que entrenan a sus perros montados en un 4x4, o si no valen para la caza les buscan una muerte que a nadie se desea.
Yo no sé cómo puede llegar a costar un buen galgo 60.000 euros, y tampoco sé como si un animal cuesta tanto es tan fácil que te lo roben.
Yo ya no me acuerdo de la cara de miedo y dolor de "nuestros" galgos cuando llegaron a casa.
Yo ya no me acuerdo de sus heridas, de su hambre y de su sufrimiento.
Yo ya no me acuerdo de las visitas al veterinario, los microchips y las vacunas.
Sólo sé que "nuestros" galgos viven ahora felices.
Sólo sé que queda muchísimo trabajo por hacer porque ellos siguen estando ahí, justo enfrente de nosotros esperando a que les demos la familia que se merecen.
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